9 feb 2009

Monólogo de despedida desesperada

No me llames , no me extrañes,
por mas que quieras no me hables.
No recuerdes nuestros besos,
ni las tardes durmiendo en cerezos.

No me busques , ya mi corazon siguio,
desde que lo destrozaste con palabras de autor,.
No me busques mas , no me interesa,
ya es pasado y en el pasado quedas.

No me envies señales, no las veré,
pues me niego a de nuevo verme caer.
No me llames , no contestaré,
no me dejaré convencer ni desfallecere.

No trates, ni intentes, no vales,
ni tu piel, ni tus besos ni el ayer,
ahorita solo vale tu venenosa hiel,
no llores ni ruegues, sin sentido.

Yo nunca perdonare que te hayas ido
deja de llamar , dejame en tu olvido.
No llames y tampoco insistas,
dejanos solo a mi y a mi vida.

No intrigues, no me enredes
no tejas largas telerañas,
no arruines mis débiles alas...
vete , ¡ya no más!.

No más , no te dirijas a mi,
no te acerques mas, no me voy a rendir,
dejame ser libre y mi vida vivir...
Quiero ya con mis cosas seguir

No habran palabras que me hagan vivir
de nuevo aquella ilusion que una vez sentí.
No me hagas llorar ni una vez mas,
porque tu ni una lagrima mereces ya.

Librame , dejame ir, deja de llamar,
ya las cosas no se van a arreglar.
Hoy vivo y respiro, soy feliz
el futuro hoy bueno miró...

Dejame en paz, deja mis heridas
en el tiempo solas se van a curar.
Dejame mis heridas cerrar,
dejame y tan solo: ¡alejate ya!